SOBRE EL CONSUMO DE PESCADO...

Desde hace más de 10 años el interés público acerca de los beneficios para la salud de los ácidos grasos de cadena larga (omega-3) ha aumentado debido a que numerosos estudios informan que una dieta rica en pescado protege contra enfermedades crónicas como la cardiopatía coronaria, así, se recomienda consumir al menos dos veces por semana pescado preferiblemente del llamado azul (Blanchet, y otros, 2005).



Sin embargo, el hábito de consumo de pescado no está muy extendido, de acuerdo con Valenzuela y Valenzuela (2014) las razones son varias: no siempre es fácil de conseguir, se deteriora con rapidez, tiene bajo rendimiento como alimento ya que en su preparación no se aprovechan la cabeza, cola, vísceras, etc., además de la “baja saciedad generada” en comparación a otras carnes y también es más costoso en comparación con otras carnes (pollo, cerdo, pavo). Es por esto, que una opción al consumo del pescado son sus versiones en lata o ultracongelados que no siempre son más caras.

Durante el año 2016 el consumo mundial de pescado per cápita superó por primera vez los 20 kilogramos anuales, gracias a los mayores suministros procedentes de la acuicultura y a la fortaleza de la demanda, las capturas récord de algunas especies clave y la reducción de los desperdicios (FAO, 2016). En Islandia el consumo aproximado de pescado es de 90 kg/cápita/año, en Portugal 76 kg/cápita/año, en Japón 64 kg/cápita/año, en España 53 kg/cápita/año, México 12 kg/cápita/año, en Colombia 4,8 kg/cápita/año, por ejemplificar (Valenzuela B. & Valenzuela B., 2014) (SAGARPA, 2016).

En México de acuerdo con la SAGARPA más de 70 especies de pescados y mariscos procedentes de los litorales y granjas acuícolas del país están disponibles prácticamente los 365 días del año a precios muy competitivos que van desde los $20.00/kg aproximadamente como es el caso del Jurel (que se puede preparar asado, a la plancha, rebozado, en ceviche, al horno o marinado). Otras variedades menos conocidas, pero de buena consistencia y gran sabor son: Medregal, Angelito, Bandera, Barracuda, Barrilete, Berrugata, Besugo, Botete, Bonito, Mojarrón, Cabicucho, Cabrilla, Carpa, entre otros (SAGARPA, 2014).

La producción pesquera y acuícola de México es de un millón 660 mil toneladas, y alcanza un valor de 23 mil millones de pesos. Cinco especies concentran la producción: sardina (40%); camarón (10%); atún (8%); tilapia (5%);  y calamar (3 por ciento), por lo tanto se puede pensar que éstos son los de mayor consumo; en cuanto a las importaciones, se componen principalmente de salmón, bacalao, además de pescados enteros y fileteados, como tilapia y bagre bassa, lo que advierte un consumo elevado de estas especies (RMP, 2012).


Diferentes especies se caracterizan por tener variedad en sus perfiles de EPA y DHA, lo cual depende de la estación del año y lugar de captura (Usydus, Szlifder-Richert, & Adamcdzyk, 2012). En un estudio realizado en Estados Unidos donde se analizaron diferentes especies de pescados se reportó diferencias en el contenido de omega-3 den el salmón que vario de de 717 mg a 1,533 mg por cada 100 gramos de pescado. En comparación con las variedades silvestres (el salmón salvaje), los peces de granja tendían a tener niveles más altos de ácidos grasos omega-3, además de niveles más altos de grasas saturadas y poliinsaturadas (Cladis, Kleiner, Freiser, & Santerre, 2014).


Conclusiones personales: es complicado determinar con exactitud la cantidad de ácidos grasos que se consumen a partir de los pescados, ya que su contenido varía debido a varios factores, sin embargo, procurar integrar el consumo de pescado de preferencia graso por lo menos una vez por semana podría ser una buena opción para quien busque los beneficios de éste tipo de grasas.

Referencias

Blanchet, C., Lucas, M., Julien, P., Morin, R., Gingras, S., & Dewailly, É. (2005). Fatty acid composition of wild and farmed Atlantic salmon (Salmo salar) and rainbow trout (Oncorhynchus mykiss). Lipids, 529–531.
Cladis, D., Kleiner, A., Freiser, H., & Santerre, C. (2014). Fatty acid profiles of commercially available finfish fillets in the United States. Lipids(49), 1005–1018.
FAO. (07 de julio de 2016). FAO. Recuperado el 21 de julio de 2017, de El consumo mundial de pescado per cápita supera por primera vez los 20 kilogramos anuales: http://www.fao.org/news/story/es/item/423048/icode/
RMP. (30 de Julio de 2012). El mexicano consume 10.5 kilos de pescado al año. Informador.
SAGARPA. (16 de abril de 2014). SAGARPA. Obtenido de http://www.sagarpa.gob.mx/saladeprensa/2012/Paginas/2014B290.aspx
SAGARPA. (22 de junio de 2016). SAGARPA. Obtenido de https://www.gob.mx/sagarpa/articulos/mexico-alcanza-meta-en-consumo-de-pescados-y-mariscos
Usydus, Z., Szlifder-Richert, J., & Adamcdzyk, M. (2012). Variations in proximate composition and fatty acid profiles of Baltic sprat (Sprattus sprattus balticus). Food Chemistry, 97-103.
Valenzuela B., A., & Valenzuela B., R. (2014). Acidos grasos omega-3 en la nutrición ¿como aportarlos? Revista Chilena de Nutrición, 205-211.



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